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Cáceres - Riolobos, Vía de la Plata

Para esta ruta ofrecemos dos modalidades. Mire en cada una de ellas para poder ver cual les conviene mejor ya que el recorrido es exactamente el mismo.

Modalidad Bicigrino

Vía de la Plata (1 día)

 

Modalidad Fin de Semana (2 días)

 

Introducción Histórico-Artística

Es bien conocida la importancia que reviste la llamada “calzada de la Plata” dentro de la red viaria romana de la Península Ibérica, debido a su función como eje principal que enlaza, a través del oeste de la Meseta, las romanizadas regiones del sur con las ricas zonas del noroeste, al tiempo que sirve de punto de partida de una serie de ejes que, en sentido perpendicular, van a alcanzar las zonas orientales de la Hispania.

Se trata de una unidad viaria cuyo origen se sitúa en Emerita Augusta (actual Mérida –Badajoz, Extremadura-), y su término en Asturica Augusta (actual Astorga –León, Castilla y León-) y a la cual se le ha dado el nombre de “Iter Ab Emerita Asturicam”. Ambas ciudades, fundadas en el último cuarto del siglo I a.C. estarían unidas por una auténtica vía que denotaría el poder ejecutado por el Imperio Romano allá donde desplegó todo su poder. 313 millas romanas en su trayecto original, 465 kilómetros. La milla romana se correspondía con mil pasos dobles (izquierda, derecha), 1480 metros. Y a cada milla, un miliario.

Para ello había que aplicar los grandes conocimientos de ingeniería que los romanos poseían. Varios fueron los elementos que caracterizaron, en mayor o en menor envergadura, a esta calzada: “firme”, “puentes”, “miliarios” y “mansiones”.

Pero el nombre más común con que se conoce este camino es el de “Vía de la Plata”. Este topónimo derivaría de la antigua “Via Lata” (“camino ancho” en latín) y del musulmán "BALATA" ("camino empedrado"), en donde su primera parte ("ba-") suena cerrada, parecida a la "p", evolucionando a "(p)lata”, nombre con el que se empezó a conocer a partir del siglo XV.

Esta calzada enlosada, tránsito continuo de mercancías, tropas, comerciantes y viajeros, fue testigo de nuevas infraestructuras en Extremadura, como teatros, templos, acueductos, termas, puentes o fortalezas, además de convertirse en un elemento canalizador de la cultura romana, su lengua y modos de vida.

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